viernes, 15 de febrero de 2008

Suerte para mi, suerte para todos.

Faltando 14 días para que termine el 2008, les deseo mucha suerte. Por que esta es la recta final. Son los 14 días que pueden hacer que sea el año mas feliz de tu vida, o el más triste.
Por ejemplo: Mañana te levantás y al mear te das cuenta que el topi te creció cuatro centimetros; las tostadas que te hace tu vieja no salen quemadas, salís a la calle y te encontrás 300 pesos. Dos días despues te comunican que tu abuela recuperó la salud y conseguís una novia linda, simpática y buena. Por mas que hayas tenido 350 días feos, si los quince últimos fueron bomba, se califica como un año bomba.
Ahora, si mañana te levantás y al mear descubrís que tenés hongos vaginales y ladillas, te mirás al espejo y tenés una carie en las dos paletas. Dos días después te comunica tu mamá que se suspende el viaje a Cancún por falta de guita. Toquemos madera para que esta no pase.
PARÁ. ¿Se dieron cuenta que cuando tenemos que tocar madera, no hay? Si ahora tengo que tocar madera, tendría que caminar cinco metros hasta el ropero. Alrededor tengo papel, tela, plastico, metal, telgopor, de todo pero no madera! ¿Nunca nos va a pasar que tengamos que tocar madera en un bosque?
Volviendo a lo de antes. O llevémoslo a una carrera para que sea mas entendible. Schumagger pasa las primeras 50 vueltas en el último lugar. Cien metros antes de la llegada, todos los autos chocan y se paran. Schumagger gana. Se califica como una excelente carrera.
Pero ahora, Schumagger estuvo toda la carrera en el primer lugar. Faltando quince metros, le pica un huevo, se rasca, choca, y queda último. Calificado como carrera desastrosa. Es por eso que deseo suerte. (Ahora viene la parte en donde ustedes también me desean a mi, mal educados.)

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